martes, 31 de marzo de 2009

A tí,abuelo*

No me gusta contarte nada.
Ni tan siquiera que te pienso por las noches.
Cuando las sombras acechan por la almohada,
y se transforman en lágrimas.
Y que,aunque parezca una tontería,
te hablo,por mucho que sepa que no me escuchas.
Pero,no me gusta contarte nada,
porque sé que ya no puedo hacerlo más que en sueños.

Que la muerte se coló en tu cama,
y te hizo el amor,
a eso de las 3 de la tarde,
de un día de Septiembre,
rozando el Octubre por tu piel.

Y te fuiste con ella,
se ve que lo hizo bien,
la muy hija de puta.
Y ese día,
la señora muerte fue más muerte que nunca.
Y las señoras lágrimas salieron más que nunca.
Y la señora muerte se hizo dueña de una casa entera,
o de varias,
porque no sólo la odiaron en esa casa.

Y no se podía echar a patadas,
porque cuando llega,
no hay marcha atrás,
por poco que nos guste,
por mucho que lloremos,
por mucho que palateemos...

Sin ninguna pena se fue,
dejándonosla toda a nosotrxs,
la muy hija de puta.

Pero,te cuento todo esto,
y más,
y te cuento que estoy enamorado de la vida,
porque sé que aunque no me escuches,
puedo decirlo.
Me lo permito.
Y cada día,
me permito el lujo de pensarte 25 horas al día.

2 comentarios:

Carmen Gaia dijo...

La vida está mas allá de la muerte, de la desesperanza y del deseo, está más allá del cielo que compartimos, del corazón que nos mueve y de la piel que rozamos. Esta mucho más allá de todo eso...
La vida, en ti, en mi y en todos está en el recuerdo.

Y nadie muere mientras tu no lo quieras así.
Yo no moriré nunca. Viviré al filo de los recuerdos de los momentos que viví.

Y tu, también. Eres y serás un recuerdo muy dulce.:)

· dijo...

Que lindas ideas.

Imposible es hacer que la muerte llegue a buscarnos, al menos hay que atrasar su llegada.