viernes, 26 de diciembre de 2008

No me gusta tener el corazón encerrado en un laberinto,no sé disimular estar bien en ellos.No me sale decir mentiras.Aunque sepa dónde está la salida,es todo un sendero de zarzas que me lleva hasta tu cama,para allí...pint.arte entera a rayas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Me aterra el pasado.
Me dan miedo sus golpes,
sus patadas en el suelo
y sus escupitajos en la cara.
Y lo niego,
y me escondo,
de la gente y de las cosas,
y que la democracia nos pille confesadxs,
que yo mientras
temblaré en alguna esquina
y canalizaré
mi odio en oleadas de amor.
El niño que nunca lloraba delante de su familia.
El niño que nunca lloraba delante de su familia estalló.
Estalló delante de una caja de madera,
en una habitación presidida por una cruz dorada y una mujer llorando.

Tenía callos en el corazón y en las glándulas lagrimales.
El niño que nunca lloraba delante de su familia cree que estalló como nunca.
Cree que fue el día que más deseo estar en una caja de madera.

Aprendió a echar de menos de verdad.
Aprendió a relacionar huecos con personas.
Y aprendió a aprovechar las cosas
y a cuidar las relaciones.

Ese día,
el niño que nunca lloraba delante de su familia deseó.
Deseó más que nunca que todo fuera un juego.
Deseó tener 5 años y sentarse en unas rodillas.
Deseó que le volvieran a robar la nariz con una sonrisa,
y deseó tener que correr al espejo a comprobarlo.
Y deseó volver corriendo más aún para plantarle un beso en la mejilla
y que unas manos arrugadas le abrazaban.

El niño que nunca lloraba delante de su familia lloró más que nunca.
Lloró delante de una caja de madera con un cristal.
Lloró cuando vio una caja de madera salir por una puerta,
la que todos los días cruzaba para refujiarse en besos y son.risas.
E historias siempre,por supuesto.
Lloró cuando escuchó la palabra "cadáver",
como nunca lo había echo.
Lloró cuando taparon la caja con cal pura y dura.
Lloró con una corona de flores entre sus brazos.
Lloró cuando le dieron un DNI que ya no volvería a estar en los bolsillos de su dueño.

Lloró porque sabía que llorar no servía para nada.
Pero le salía,demasiadas lágrimas llevaba acumuladas en esas glándulas.
Y sigue haciéndolo,a veces.
Pero,se esconde.

Porque,
aunque les unan el dolor,
aunque les unan los huecos,
con sus respectivas personas.
Aún así,
el niño sigue sin llorar delante de su familia.
Y no sabe cómo hacerlo.


TeAdoro abuelo.