viernes, 1 de agosto de 2008

Si nos escucharan hablar,
si escucharan lo que llevamos tanto tiempo gritando,
lo que queremos decir,
las urgencias de los hospitales estarían colapsadas por infartos.





No es bueno acostumbrarse a la falsa felicidad.

1 comentario:

mi primo y yo dijo...

No, no es bueno acostumbrarse, aunque, a veces...

Saludos Alejandro. Te debía esta visita. He estado sin ordenador estas dos últimas semanas y lo primero es lo primero, saludar.

Espero que nos veamos el próximo 22 en la Taberna.

Un abrazo